Modos de Carga del Vehículo Eléctrico
INTRODUCCIÓN

TIPOS DE CARGA SEGÚN LA POTENCIA
Explicación rápida:
- Carga lenta: ideal para cargas de fon de semana en casa, donde el tiempo no es crítico.
- Carga semi-rápida: equilibrio entre velocidad y coste, útil para usuarios que recargan varias horas durante el día.
- Carga rápida: permite continuar viajes largos con mínimos tiempos de espera, aunque con mayor coste y exigencia de infraestructura.
MODOS DE CARGA SEGÚN LA NORMA IEC 61851

La norma internacional define cuatro modos de carga, cada uno con distintos niveles de seguridad y control:
- Modo 1: enchufe doméstico estándar. Generalmente no recomendado para uso continuado.
- Modo 2: enchufe doméstico con controlador de seguridad integrado en el cable. Más seguro que el modo 1, utilizado en cargadores portátiles domésticos.
- Modo 3: estaciones de carga AC que permiten comunicación entre vehículo y cargador. Es el modo más común en entornos públicos y domésticos de alta potencia.
- Modo 4: carga rápida DC con control avanzado. Utilizado en estaciones de carga ultrarrápida, permite tiempos mínimos de carga con seguridad y eficiencia.
MODO 1. (Enchufe doméstico estándar)
El Modo 1 destaca por su simplicidad y accesibilidad, ya que cualquier enchufe doméstico puede servir para cargar vehículos pequeños. Sin embargo, su baja potencia, larga duración de carga y limitada seguridad lo hacen poco práctico para vehículos eléctricos de mayor tamaño o uso diario. Actualmente se emplea principalmente para vehículos ligeros y como opción de emergencia

Descripción
Se trata de un enchufe doméstico estándar como los que tenemos en las viviendas para los electrodomésticos. Tienen 230 voltios en corriente alterna (AC) y son monofásico.
Potencia de carga
La típica es de hasta 2,3 kW (10 A) en monofásico, aunque se podría alcanzar un máximo de 3,7 kW (16 A).
Aplicaciones típicas
No debe usarse para la recarga de vehículos eléctricos. Este modo se utiliza para la recarga de otros vehículos como bicicletas, patinetes y motor eléctricas.
Tipo de carga
Carga en corriente alterna (la que tenemos en casa) y clasificada como carga muy lenta. Por ejemplo, recargar una batería de 40 kWh puede requerir 15–20 horas o más, dependiendo de la potencia de carga.
Seguridad
La seguridad depende principalmente del cuadro eléctrico de la instalación doméstica, que debe incluir dispositivos de protección como interruptores automáticos y diferenciales para prevenir sobrecargas o cortocircuitos.
Este modo no es adecuado para usos continuados. Las instalaciones domésticas no están diseñadas para soportar de forma prolongada la potencia que requieren los vehículos eléctricos, y el uso repetido o prolongado puede provocar sobrecalentamiento de enchufes y cables, así como posibles daños eléctricos.
MODO 2 (Enchufe doméstico estándar)
El Modo de Carga 2 es una evolución del Modo 1 combinando la simplicidad de uso de un enchufe doméstico con mayor seguridad y control.
Descripción
Al igual que el modo 1, se trata de conectar el vehículo con un enchufe, pero ahora se incorpora en el propio cable de carga un dispositivo de control y protección tanto para el vehículo como para la instalación eléctrica doméstica. Este dispositivo es una pequeña “cajita de plástico” integrada en el cable de carga, que contiene una placa electrónica encargada de supervisar y regular la corriente que llega al vehículo.
Con este modo se puede cargar tanto en monofásica con en trifásica. Se comercializan dispositivos en las dos versiones. Cuando la recarga se realiza a través de un enchufe doméstico estándar (como los que tenemos habitualmente en nuestras casas), la conexión se efectúa en monofásico. Para realizar la carga en trifásico, es necesario utilizar un conector industrial específico, el cual solo está presente en instalaciones que cuentan con este tipo de suministro eléctrico trifásico.
Potencia de carga
Según la norma la potencia máxima con este modo es de 7,4 kW (que corresponde con 32A) Sin embargo, por seguridad y para evitar sobrecargar enchufes domésticos, la mayoría de los dispositivos de modo 2 disponibles en el mercado están limitados a 3,7 kW (16 A) o incluso a 2,3 kW (10 A) en monofásico y a 11 KW en trifásica (máximo 16A de corriente en cada una de las tres fases)
Prácticamente todos los fabricantes de vehículos eléctricos incluyen un cable de carga Modo 2 cuando se compra. Este dispositivo permite recargar la batería conectándose a cualquier enchufe doméstico convencional, proporcionando una solución de carga básica y portátil desde el primer día.
Tipo de carga
Carga en corriente alterna (AC) y clasificada como carga lenta.
Seguridad
La placa electrónica incorporada en la caja de plástico del cable de carga controla la corriente, detecta sobrecargas y fallos de aislamiento, y corta la carga en caso de anomalías. Esto reduce riesgos de sobrecalentamiento de enchufes y cables, protegiendo la instalación doméstica.
Aplicaciones típicas
Puede ser una solución para cargar en un garaje comunitario o en una segunda residencia donde no tienes un cargador de pared más rápido. Es seguro, pero lento.

MODO 3 (Estación de carga)
Este es el modo más recomendable como solución para la recarga privada, tanto una vivienda, como en una oficina o pyme. Dispone de mayor potencia de carga y tiempos de carga más cortos, además de ser más cómodo para el usuario dado que no tiene que manipular cables adicionales o adaptadores. Ofrece la tranquilidad de despertar cada mañana con la batería cargada al nivel deseado.
Descripción
Se trata de una estación de carga o cargador, también llamada walbox (termino en inglés) o SAVE (Sistema de Alimentación para Vehículos Eléctricos). Estas estaciones suelen instalarse en paredes de garajes privados, plazas de aparcamiento comunitarias o postes de carga en vías públicas.
Este modo incorpora un cable de comunicación entre el vehículo y la estación de carga, lo que permite funciones inteligentes como la programación de horarios (para aprovechar tarifas eléctricas más económicas), la monitorización remota del consumo o la gestión de la potencia en tiempo real. Además, garantiza la máxima seguridad con protecciones integradas contra sobrecalentamientos, sobretensiones o cortocircuitos.
Potencia de carga
En instalaciones monofásicas (la mayoría de las viviendas) la potencia máxima con este modo es de 7,4 kW (que corresponde con 32A). Para instalaciones trifásicas la potencia máxima de carga es el triple, es decir, 22KW (la corriente máxima es de 32A en cada una de las tres fases)
La potencia de carga se puede regular en las estaciones de carga. Algunos fabricantes de vehículos eléctricos, también permiten la regulación de la potencia de carga cuando el usuario programa el horario de su recarga.
Tipo de carga
Carga en corriente alterna (AC) y clasificada como carga normal o semi-rapida, dependiente de la potencia de la estación de carga.
Seguridad
Destaca por su alto nivel de seguridad, gracias a su sistema de comunicación integrado y protecciones técnicas avanzadas. Antes de iniciar la carga, el cargador y el vehículo establecen un «diálogo» mediante una señal de control piloto que verifica la conexión correcta del cable, la compatibilidad entre equipos y la potencia máxima segura permitida. Solo si todos los parámetros son correctos, se autoriza el suministro eléctrico, evitando riesgos desde el primer momento.
Además, la normativa ITC-BT-52 exige que estas instalaciones cuenten con protecciones específicas, como interruptor diferencial, protección contra sobreintensidades y sobretensiones, asegurando así la máxima fiabilidad tanto para la batería como para la red eléctrica.
Por estos motivos, el punto de recarga debe ser instalado siempre por un profesional autorizado, garantizando el cumplimiento de la normativa y un funcionamiento seguro y eficiente.
Aplicaciones típicas
Es la solución más versátil para la recarga segura en entornos domésticos con punto de recarga dedicado, es ideal en aparcamientos comunitarios de viviendas o en unifamiliares, empresas y espacios públicos donde permite a los usuarios programar cargas nocturnas para aprovechar tarifas eléctricas reducidas.
Son clave para flotas corporativas en pymes, estacionamientos de empleados y puntos de recarga en centros comerciales u hoteles, donde atraen a clientes con vehículos eléctricos y refuerzan la imagen sostenible de las empresas.
Y por último en la vía pública, proporcionando recarga semi-rápida en calles y aparcamientos públicos para usuarios sin acceso a garaje privado, así como en servicios de alquiler y carsharing, donde optimizan la disponibilidad de los vehículos con operaciones de carga seguras y estandarizadas.

MODO 4 (Carga rápida en corriente continua)
Son equipos muy robustos. Es el sistema destinado a la carga rápida y ultrarrápida en las recargas, utilizando corriente continua (DC) que puede ser inyectada directamente en la batería del vehículo, evitando el limitante convertidor interno del vehículo.
Descripción
Se presentan como equipos de gran tamaño, similares a un armario metálico o una columna robusta, con una estructura diseñada para instalarse en exteriores, estaciones de servicio y áreas de servicio en carretera donde los conductores necesitan recuperar muchos kilómetros de autonomía en muy poco tiempo.
Con la evolución de la tecnología, hoy en día también existen equipos más compactos, que pueden instalarse en aparcamientos urbanos, centros comerciales o empresas que quieran ofrecer carga rápida a sus clientes o empleados.
Este modo utiliza un conector especial de mayor tamaño, diseñado para soportar potencias mucho más elevadas. El más extendido en Europa es el CCS (Combined Charging System), un conector que combina en una misma pieza la carga en corriente alterna (AC) y en corriente continua (DC). Con ello el vehículo puede aceptar tanto carga lenta/semi-rápida en Modo 3 como carga rápida en Modo 4, todo desde un único puerto de entrada.
Potencia de carga
Las potencias son variadas varía según el modelo y la instalación, desde 25 kW en cargadores básicos hasta 150 kW y en versiones ultrarrápidas que alcanzan los 250 kW o incluso 350 kW.
No obstante, el aprovechamiento de estas potencias depende también del propio vehículo eléctrico. Cada modelo tiene un límite máximo de carga rápida admitida por su batería y su sistema de gestión térmica. Esto significa que, aunque un cargador pueda entregar 350 kW, si el coche solo admite 100 kW, la recarga quedará limitada a esa potencia.
Tipo de carga
La recarga se efectúa en corriente continua (DC) directamente suministrada al vehículo, en lugar de corriente alterna (AC) como todos los anteriores modos de carga. La conversión de energía de AC a DC se efectuar en el interior del propio cargador en vez de en el propio vehículo.
Se clasifica como carga rápida o ultra-rapida, dependiente de la potencia de la estación de carga.
Seguridad
Incorpora sistemas de seguridad avanzados para gestionar los desafíos técnicos de las altas potencias, combinando protocolos de comunicación inteligente y protecciones físicas robustas. Antes y durante la recarga, se establece una comunicación entre el cargador y el vehículo.
Algunos de estos cargadores integran refrigeración activa en cables y conectores (mediante sistemas de líquido refrigerante) que evitan riesgos térmicos durante la recarga.
Otro aspecto clave es la gestión de los usuarios y el pago. El acceso puede realizarse de forma sencilla mediante tarjeta bancaria o a través de un contrato con la compañía energética o de servicios de movilidad. En ambos casos, se aplican medidas de seguridad digital y encriptación de datos.
La seguridad también se extiende al entorno operativo: las electrolineras suelen contar con supervisión remota 24/7 para responder ante incidencia de los usuarios.
Aplicaciones típicas
Habitualmente está en las electrolineras y estaciones de servicio en carretera, pensadas para viajes de media y larga distancia. También se encuentran cada vez más en aparcamientos de grandes superficies, centros comerciales y áreas de servicio urbanas, donde los conductores pueden aprovechar paradas cortas para recuperar autonomía. Otra aplicación son las flotas profesionales y de transporte público, como taxis eléctricos, autobuses o vehículos de reparto, que requieren disponibilidad casi continua y no pueden depender de cargas lentas.

CONSEJOS PRÁCTICOS PARA EL USUARIO
- Elige el modo de carga según tu necesidad
- Modo 2 (enchufe doméstico): Solo para emergencias o recargas ocasionales. Evita su uso prolongado por seguridad.
- Modo 3 (cargador): Ideal para el día a día. Programa la carga en horas valle (noches) para ahorrar hasta un 60% en costes.
- Modo 4 (DC ultrarrápida): Reservado para viajes largos. No abuses de él para preservar la salud de la batería.
- Cuida la batería: entre el 20% y el 80%
- Mantén el estado de carga entre estos valores para minimizar la degradación.
- Carga al 100% solo antes de viajes largos.
- Evita descargas profundas (por debajo del 10%).
- Aprovecha las tarifas eléctricas
- Contrata una tarifa con discriminación horaria y programa la carga por la noche (de 2:00 a 6:00 suele ser el precio más bajo).
- Usa apps de tu operador o del vehículo para controlar el coste en tiempo real.
- Seguridad, ante todo
- Nunca uses adaptadores no homologados o cables dañados.
- En Modo 2, asegúrate de que el enchufe está en buen estado y no comparte circuito con otros aparatos potentes.
- En públicos, verifica que el conector esté seco antes de usarlo.
- Planifica viajes con apps
- Usa aplicaciones como Electromaps, PlugShare o la app de tu fabricante para localizar cargadores y ver su disponibilidad en tiempo real.
- Lleva siempre un cable Modo 2 como backup en zonas remotas.
- Mantenimiento básico
- Limpia periódicamente el puerto de carga del vehículo con un paño seco.
- Almacena cables en lugar seco y protegido de condiciones extremas.